miércoles, 9 de enero de 2008

El Contrabajo

Contrabajo, el instrumento más grande y grave de la familia de la cuerda frotada. Mide normalmente 1,8 de alto, tiene cuatro cuerdas afinadas en Mi1, La1, Re2 y Sol2 y suena una octava por debajo de su notación. En algunos casos se añade una quinta cuerda grave afinada en Si1. Hay instrumentos en los que la cuerda en Mi1 se prolonga mecánicamente en el clavijero, con lo que llega a producir el Do1. En los siglos XVIII y XIX coexistieron tres bajos de cuerda (a menudo afinados en La2, Re3 y Sol3), que sobreviven en la música folclórica de la Europa del este. Los antiguos bajos de los siglos XVI y XVII tenían cuatro o cinco cuerdas (excepcionalmente seis). Las orquestas de baile modernas añaden una cuerda aguda a los contrabajos, afinada en Do3. Hasta el siglo XIX los contrabajistas usaron arcos con la vara curvada hacia afuera en relación con el encerdado; mucho despues de que fuera normal el arco curvado hacia adentro en el violín, la viola y el violonchelo. El arco antiguo sigue en uso junto a los arcos modernos desarollados en el siglo XIX. Entre los virtuosos del contrabajo debemos incluir al italiano Domenico Dragonetti, autor de conciertos, sonatas y diversas reducciones para el instrumento, al director ruso Serge Koussevitzki, que también ha escrito para contrabajo, y al contrabajista de jazz, también estadounidense, Charlie Mingus.

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