viernes, 25 de enero de 2008

Salsa V- El Mambo

Cuando el serio y bien vestido compositor Dámaso Pérez Prado descubrió la manera de ensartar todos los ruidos urbanos en un hilo de saxofón, se dio un golpe de estado contra la soberanía de todos los ritmos conocidos ... Gabriel García Márquez El mambo surge como una modificación rítmica y orquestal del Danzón Mambo o de Ritmo Nuevo de la Charanga de Arcaño y sus maravillas y fue popularizado mundialmente por Pérez Prado y su jazz band latino desde Mexico a principios de la década del 50. Este ritmo sincopado surgió en el año 1938 del ingenio de los hermanos Orestes López e Israel López (Cachao) miembros de la Charanga de Arcaño y sus Maravillas. Ellos enriquecen la tercera parte movida del danzón con la incorporación de un estribillo o montuno sincopado cada vez que necesitaban repetirlo decían vamos a mambear; a esta parte movida la llamaron sabrosura o mambo. A este Danzón en la orquesta de Arcaño le llamaban Danzón de Ritmo Nuevo o Danzón Mambo. El escritor de música popular Cristóbal Díaz nos explica: En realidad Arcaño ha suprimido la parte A repetitiva del danzón y sus nuevos danzones tendrán generalmente una parte A introductoria breve, una b lenta, todavía en tiempo de danzón y la nueva parte C o mambo. Es importante apuntar que no es sólo en la orquesta de Arcaño donde se experimenta con el mambo, en las décadas del 30 y el 40, músicos como: Arsenio Rodríguez (quien le dio a la conga categoría de instrumento fundamental en la sonoridad cubana) trabajó el diablo que ejecutaba su conjunto en los montunos de sus temas, Bebo Valdés en sus areglos para la orquesta Kubaney en el ritmo Batanga y René Hernández arreglista de la orquesta de Julio Cuevas estaban en la búsqueda de una nueva sonoridad Arsenio alegó, en el 1955 en la revista Cubana Bohemia, que él estuvo experimentando con un sonido nuevo desde el 1934 y que lo desarolló a plenitud en el 1938. En el 1940 Arsenio reconceptualizó los septetos al agregar dos trompetas, un piano y una tumbadora y cambiarle el nombre a Conjunto. Esta formación instrumental que cambio para el resto del siglo la sonoridad de la música del Caribe, proveía la harmonía necesaria para el son montuno de Arsenio llamado el diablo. En el 1948 Pérez Prado alquiló el teatro Blanquita de México y anució un programa titulado Al Son del Mambo con el cantante Benny Moré; así estos dos gigantes de la música cubana comenzaron a dominar el mercado musical Méxicano con sus Mambos cantados y sus apariciones en varias películas. En el 1951 Pérez Prado lanzó al mercado el tema rico mambo que fue su primer exito fuera de las fronteras mexicanas y lo convierte en un artista de fama mundial. Perez Prado toma el mambo de Arcaño, lo superpone al ritmo de 4x4 del swing americano y lo convierte en el baile de salón por excelencia de la década del 50. Su orquesta, en el sonido de los metales responde al jazz a la Kenton (los saxofones al unísono en el registro grave y las trompetas en el agudo), pero en la percusión al ritmo sincopado cubano. Nuevamente el investigador Cristóbal Díaz nos explica la diferencia entre Pérez Prado y Arcaño: es evidente que Pérez Prado usó la palabra que se había popularizado alrededor de la orquesta de Arcaño, pero no es tan claro el que su música fuese lo que Arcaño llamaba mambo o tercer parte del danzón. Hay muchas diferencias, empezando por la orquestación, a base de violines y flautas en Arcaño, y de metales en Pérez Prado; Arcaño es cadencioso y Pérez Prado es nervioso y muy rápido.

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