martes, 22 de enero de 2008

Salsa IV-El Danzón

En Nueva York las Charangas experimentaron un desarollo vertiginoso, desde mediados de los 50 hasta principios del 60, que trajo importantes y distintas variantes en el esquema instrumental de las mismas. La primera charanga fundada en dicha ciudad fue la de Gilberto Valdés en el 1952. Desde el 1953 la proliferación de dichas orquestas en los Estados Unidos se intensifica debido a la popularización del Cha Cha Chá entre el público latinoamericano radicado en Nueva York. Para fines de los 50 las Charangas ya competian, de tu a tu, con los Big Band de Machito, Tito Puente y Tito Rodríguez , quienes eran los reyes musicales de la ciudad. Incluso algunas de las primeras grabaciones de Rodríguez para el sello R.C.A., entre los años 1953 y 1954, fueron realizadas en el formato instrumental de las Charangas y luego al inicio de los 60 lanzó el excelente disco Pachanga y Charanga. En el 1958 el gran pianista puertorriqueño Charlie Palmieri organizó la Charanga Duboney, junto al flautista dominicano Johnny Pacheco y al magnifico cantante Vitín Avilés, esta agrupación alcanzó inmediatamente un éxito sin precedentes en Nueva York. Al otro año, debido a discrepancias en el enfoque musical de la Duboney, Pacheco organizó su propia Charanga con la que triunfó plenamente y registró ventas de dsicos inigualables en el circuito de Nueva York para esa época. En el 1959, en Cuba la Orquesta Sublime le pidió a Eduardo Davidson que compusiera algo nuevo y de impacto musical, éste creó la composición titulada La Pachanga. A la hora de imprimir el disco y a falta de un nombre para clasificar el ritmo el director musical de la compañia de discos Panart utilizó el mismo nombre del número y lo tituló Ritmo Pachanga. A este disco le siguieron muchos otros porque el ritmo pegó como epidemia, principalmente en Nueva York, y dominó la primera parte de la década del 60. La pachanga fue prohibida en Cuba cuando Davidson se marchó al exilio, ésto dejó a Nueva York con el terrreno fertil donde se expandirían y popularizarían las charangas y el ritmo Pachanga. A principios de los 60 en Nueva York el formato instrumental de las charangas experimento cambios radicales cuando le agregaron trompetas, trombones, y, en ocasiones, saxofón creando así distintas combinaciones sonoras. Esta nueva dotación instrumental creó un sonido charanguero más poderoso y moderno. Por ejemplo, Joe Quijano en su conjunto Cachana integra trompetas con violines y Ray Barreto en su Charanga moderna incluyo trompeta y trombón. Joe Quijano fue el músico que dominó el ritmo de la Pachanga en Nueva York desde que organizó el conjunto Cachana en el 1960 bajo la dirección musical de Charlie Palmieri y lanzó al mercado el tema La Pachanga se baila así. Este número aclaró la disputa que existía en el barrio latino de Nueva York, pues muchos musicos y bailadores creian que la Charanga era Pachanga (asumian equivocadamente que charanga era un ritmo), pero el coro del tema en animo de aclarar dice: esta orquesta no es charanga toca el ritmo de pachanga. Durante el período que va desde el 1960 a el 1965 surgieron otra excelentes charangas que impactaron significamente el mercado latino de Nueva York, podemos mencionar entre otras: La Charanga Moderna de Ray Barreto en el 1961, Nuevo Ritmo de Mongo Santa Maria en el 1962 y la Orquesta Broadway de los hermanos Zervigón en el 1962. La Charanga neoyorquina más influyente en la salsa fue la Moderna de Barreto, en ésta se integrarón los metales, trompeta y trombón, con los violínes. Dicha combinación instrumental creó un sonido más agresivo que Barreto cultivó con la orientación de las descargas cubanas. Además, los temas grabados por Barreto tenían mucha ligadura con el barrio y mucho sabor, podemos mencionar: Guaguanco Bonito, Si mi suerte, Salsa y Dulzura, Watusi y Descarga del Barrio. Luego a mediados de los 60 las agrupaciones pequeñas como: El Sexteto de Joe Cuba, la orquesta de trombones y flauta (Trombanga) La Perfecta de Eddie Palmieri y la orquesta de trompetas de Richie Ray comienzan a dominar la escena musical de Nueva York con el Bugalú, el Jala Jala y otros ritmos de carácter festivo. Las charangas y la pachanga comienzan a perder vigencia en el 1965 y de ahi hasta el 1968 se cocinará el caldo de la coyuntura histórico-musical (periodo embriónico) que abrira el camino para el surgimiento de la salsa en Nueva York, de este período podemos mencionar lo siguiente: los Big Bands Latinos no son rentables y evocan una fastuocidad incompatible con las condiciones económicas del barrio; las Charangas, con su sonido meloso y algo débil no expresan la violencia y la dureza del barrio, ni de la última etapa social de los 60 en los Estados Unidos; la referencia musical de la Cuba revolucionaria está vedada en los Estados Unidos; los músicos puertorriqueños y cubanos exiliados en la gran urbe, que desde la década del 20 habían colaborado en diversos proyectos musicales necesitan una nueva referencia musical con su Caribe; el mercado de la música popular en los Estados Unidos requiere una nueva alternativa musical latinoamericana además del Bossa Nova. Este es parte del fermento circunstancial que provee la década del 60 para que la salsa muestre sus primeros repiques caracteristicos que madurarán en la primera parte de los 70.

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